Buenos Aires, 10 nov (EFECOM).- El debate iniciado hoy en el Parlamento argentino sobre el proyecto de presupuesto para el año próximo desató un enfrentamiento calificado como "inédito" por el Gobierno, que cuestiona la pretensión de la oposición de aprobar un texto diferente al oficialista.
"No hay precedentes de la oposición intentando imponer un presupuesto al Poder Ejecutivo Nacional. Desde 1983 el Congreso de la Nación acompañó a todos los gobiernos aprobando los presupuestos enviados", señaló hoy el jefe de Gabinete argentino, Aníbal Fernández, en su Twitter.
Seis bloques opositores y Proyecto Sur presentaron sendos proyectos de presupuesto para 2011 diferentes al del Gobierno de Cristina Fernández, que fija un crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) del 4,3% y una inflación anual del 8,9%.
Precisamente, los legisladores de la oposición cuestionan las cifras de crecimiento e inflación que prevé el proyecto oficialista por considerar que no son veraces y que una mayor recaudación por fuera de lo pautado en el presupuesto le permite al Gobierno efectuar gastos de forma "discrecional".
El proyecto del Gobierno apunta a "licuar deudas y obtener un excedente recaudatorio", sostuvo el diputado radical Oscar Aguad, al tiempo que la socialista Mónica Fein advirtió que la iniciativa "subestima los recursos sin asignación específica".
En medio de la polémica, el oficialismo consiguió hoy que se inicie la discusión en el recinto de la Cámara de Diputados con el objetivo de darle media sanción a la propuesta, que motivaba un intenso debate entre los diputados que se espera que se prolongue por varias horas.
De aprobarse, el proyecto será girado al Senado para su debate, aunque la mayoría de los bloques opositores anunciaron que votarán en contra de la propuesta oficialista, lo que augura un final abierto en la discusión.
Se trata además del primer enfrentamiento que mantienen el oficialismo y la oposición luego de la muerte a finales de octubre pasado del ex presidente Néstor Kirchner, esposo de Fernández y jefe del gobernante Partido Justicialista (PJ, peronista).
"Es responsabilidad de la oposición el control de las cuentas públicas, exhaustivo y estricto, pero no le corresponde el diseño del plan de gobierno del poder ejecutivo", sostuvo el jefe de la bancada oficialista en Diputados, Agustín Rossi.
A tono, el ministro argentino de Planificación, Julio De Vido, opinó que la decisión de la oposición de presentar proyectos alternativos "es poco seria, desatinada" que responde a una "chicana política", sentenció.
"Es lógico" que la presidenta Fernández, quien se encuentra en Seúl para participar de la cumbre del G20, "tenga su presupuesto", añadió el diputado oficialista Gustavo Marconato.
Sin embargo, el legislador de la opositora Coalición Cívica Alfonso Prat Gay indicó que el proyecto que promueve esa agrupación junto a otros bloques "no es un modelo alternativo de Gobierno", sino "el Presupuesto del Gobierno con mayor control e indicadores reales" para 2011, cuando se celebrarán elecciones presidenciales en el país.
En el Gobierno "buscan apartarse de la realidad y niegan el aumento de los precios así como también niegan que haya inseguridad", arremetió el diputado del peronismo disidente Francisco de Narváez.
En el proyecto de presupuesto, el Gobierno se propone apartar unos 7.500 millones de dólares de las reservas del Banco Central para pagar deudas públicas en 2011, fija la cotización del dólar en 4,10 pesos y prevé un superávit del Tesoro de 12.000 millones de dólares, entre otras pautas.
